EL VALOR DE TU DINERO
|
Entre los años de 1970 y 1976(durante la
política económica abierta al crédito externo e interno).
|
En 1994 (cuando se
optó porque el tipo de cambio fuese flexible y no fijo).
|
La crisis desatada en 2008.
|
|
Entre 1970 y 1976 México puso especial interés al desarrollo de la
industria apoyado por el descubrimiento de yacimientos de petróleo.
Implementó una política económica abierta al crédito externo e
interno, pero que restringía las importaciones a fin de que el Estado tuviera
una fuerte intervención en la economía nacional.
México comenzó a solicitar créditos a instancias públicas y privadas,
lo que lo llevo aun endeudamiento de 80,000 millones de dólares.
México obliga al Estado a participar activamente en la economía, con
el objeto de promover la inversión productiva y la producción de bienes
básicos, utilizando la expansión del gasto público en 1974 y 1975.
El 31 de agosto de 1976 sobreviene la devaluación, a la que siguió el
desconcierto y la “pérdida de confianza”.
|
El país cambió de ser un importador neto de capitales, de
aproximadamente 12 mil millones de dólares en 1981, a uno exportador hasta el
arreglo de la deuda en 1990.
Para continuar con las reformas económicas se integró a la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público con la de Programación y Presupuesto de
manera de tener bajo un solo control el gasto, los impuestos y las políticas
de crédito.
Se reformó la Constitución con el objetivo de dar
independencia al Banco de México de la Secretaría de Hacienda.
Se aprobó el Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN).
A finales de 1993 los principales indicadores económicos
señalaban que la economía permanecía estable.
En 1994, el déficit de la cuenta corriente, que se encontraba en
equilibrio al final de la década de los 80, se deterioró para los 90
representando ya el 6.8% del PIB en 1993 y el 7.9% en 1994.
|
Su inicio estuvo vinculado a problemas en el sector inmobiliario de
Estados Unidos, en particular a las hipotecas de tipo Subprime[1] o “hipotecas basura”,
préstamos de alto riesgo a personas que generalmente tenían un dudoso
historial crediticio. Las instituciones financieras en Estados Unidos
operaron sin el debido cuidado algunos aspectos vitales de sus operaciones
crediticias. Sus sistemas de control de riesgos mostraron debilidades
importantes y no existía transparencia suficiente respecto a su exposición a
productos financieros de alto riesgo.
Lo que parecía un problema local pronto adquirió dimensiones globales
porque, entre otras cosas, muchos bancos internacionales habían hecho grandes
inversiones en este sector.
|
|
El
modelo político de desarrollo estabilizador también significaba que aún en el
caso de que la economía creciera, por las mismas vías (la distorsionada
distribución del ingreso y la creciente incapacidad de la economía para crear
empleo), sólo lo haría para agudizar sus contradicciones: empeoramiento del
déficit fiscal, déficit externo,
estancamiento industrial y agrícola.
Entre
1972 y 1979 logró un amplio control de las reservas internacionales y, por
tanto, de la producción de petrolera, lo cual se tradujo en una imposición de
precios a los países consumidores.
México encontró importantes yacimientos en su
territorio. Los beneficios que se esperaban dieron pie a la formulación de
una política económica de rápida industrialización con base en la refinación
del hidrocarburo. Se financiaron varias plantas refinadoras en puntos
estratégicos del país; para esto se recurrió al crédito externo con tasas
bajas de interés de ese momento.
|
Desde
la adopción de las reformas estructurales de mediados de 1980, hasta el Pacto
entre Obreros, Campesinos, Empresarios y el Gobierno de 1987, la economía se
había abierto al comercio internacional y se habían llevado a cabo cambios institucionales
necesarios para el desarrollo.
La elevación de las tasas de interés resultado de
ataques especulativos contra el peso.
Las
reservas de divisas internacionales, elevadas al principio de 1994,
disminuyeron varias veces a lo largo del año.
Al
principio de 1994, la disminución de los flujos de capital hacía México. Esta
era la “primera llamada” que anunciaba la necesidad de disminuir cuanto antes
el déficit externo.
|
La debacle
del sistema financiero mundial iniciado en Estados Unidos marca el comienzo
de una era económica distinta. Cuando los precios de los bienes inmuebles
comenzaron a caer, los derivados hipotecarios y sus seguros se derrumbaron.
El financiamiento desapareció, los bancos se vieron forzados a vender activos
a precios cada vez más castigados, a reconocer pérdidas sustantivas de
capital y muchos a situarse al borde de la quiebra.
Después de
esto se situaron políticos y economistas que, sin tantos escrúpulos
neoliberales, apoyaron acciones a la vista de los riesgos inminentes de orden
nacional y planetario. Así se dieron los rescates de los gigantes
hipotecarios Fannie Mae y Freddy Mack mediante la compra de acciones o la
ampliación de las líneas de crédito de la Reserva Federal, o la entrega de
79% de las acciones de la aseguradora AIG a cambio de 85 mil millones de
dólares gubernamentales. En Europa se repiten fenómenos análogos con la
estatización del Banco Northern Rock de Inglaterra.
México no se
vio exento de la depresión de la economía mundial, tanto por su estrecho
vínculo con la economía estadounidense como por factores internos, por lo que
diversos indicadores económicos y financieros que se dieron a conocer durante
el segundo semestre de 2008 daban cuenta de que México entraba a un proceso
recesivo. La recesión de la economía estadounidense se reflejó en una
desaceleración de la economía mexicana, que después de haber registrado un
crecimiento real anual de 4.2% en 2006, en 2008 éste fue de solamente 1.6%
anual, y continuó a la baja.
|
|
Se optó por nacionalizar las instituciones
financieras y pedir préstamos al Fondo Monetario Internacional (FMI) para
pagar la deuda.
El presidente Luis Echeverría realiza un ajuste de prioridades: abandona
la búsqueda del crecimiento industrial a toda costa y se opta por el aumento
del empleo, la distribución del ingreso y la reducción de la dependencia
externa. Para alcanzar estos objetivos, la única alternativa era la
construcción de un sector público vigoroso que reorientara el rumbo del
crecimiento económico y le diera un nuevo impulso.
La única salida era expandir el gasto público y llevarlo a acabar con
el estancamiento; esta opción representaba ventajas para es desestancamiento,
pero se encontraba condenada a agudizar la disminución de la economía
mexicana.
|
Lo que el gobierno pretendía hacer es disminuir cuanto antes el déficit externo; esto
consistía en hacerlo sin paralizar la economía ni precipitar la inestabilidad
macroeconómica. Desafortunadamente, el gobierno de entonces no quiso, no
pudo, o no supo cómo hacerlo, precipitando así un generalizado desconcierto
financiero y una aguda recesión.
Después de la devaluación de 1994 fueron numerosos y variados, siendo
el más complejo el de continuar atrayendo capitales en un ambiente político y
económico como el que se vivía y dada la precaria situación de un gobierno
que se enfrentaba a un calendario de pagos pactado en dólares.
La devaluación se hizo después de que las reservas
se habían agotado, y cuando vencían numerosas obligaciones de pagos de deuda
externa en dólares.
|
El Banco de México intervino en diversas
ocasiones en el mercado de divisas subastando más de 600 millones de dólares
para frenar las presiones especulativas en contra del peso.
En respuesta a la recesión económica y financiera
que se manifestó en México precedida por una importante depreciación del peso
frente al dólar, el gobierno presentó el Programa de Impulso al Crecimiento y
al Empleo. Las principales medidas que se tomarán en este Programa son:
• Ampliar en 165 mil millones de pesos (mmp) el
financiamiento para las empresas y para programas de infraestructura, para el
sector rural y para la vivienda, de los cuales 130 mmp se canalizarán a
través de la banca de desarrollo y 35 mmp por el Fondo Nacional de
Infraestructura.
• Otorgar estímulos fiscales adicionales por 90.3
mmp, Dichos recursos se destinarán a: compensar los menores ingresos por la
desaceleración económica esperada (25.1 mmp) y para gasto adicional en
infraestructura (65.1 mmp
|
|
Al tratar de pagar la deuda se dificultó la
cobertura de las necesidades fundamentales de la sociedad mexicana, tales
como educación, seguridad, servicios de salud, acceso al trabajo.
Surge una crisis fiscal, derivada de la falta de
adecuación entre las políticas de ingresos y egresos del Estado; una crisis
industrial, que acentúa el carácter antiexportador de la industria y aumenta
sus importaciones, crisis agrícola, que hace insolventable la balanza
alimenticia; y una crisis del sector externo, que finalmente desemboca en la
devaluación del
peso y se acelera la inflación.
A
causa de estas consecuencias, se agrava la situación de la población
mexicana, conduciéndolos a vivir en pobreza extrema y genera indignación hacia el gobierno mexicano.
|
Para
diciembre, de ese año, a unos cuantos días de que tomará posesión Ernesto
Zedillo, el deterioro financiero se había generalizado. En el día 20 del
llamado “diciembre negro”, el peso se devaluó (no valía mucho en relación a
otras monedas).
El
sistema financiero de
México
se paralizó ese día, y los inversionistas (nacionales y extranjeros) se
apresuraron a deshacerse, a como diera lugar, de sus documentos financieros
mexicanos.
Así
se inició una estampida global de capitales que tuvo efectos negativos en los
mercados emergentes de todas partes. A estas perturbaciones monetarias, que
alcanzaron a casi todas las economías del mundo, se les bautizó como el
“efecto tequila”.
México
no tenía liquidez y, desafortunadamente, tampoco contaba con las reservas
internacionales necesarias para cubrir sus deudas de corto plazo que sólo
podría pagar si recibía nuevos préstamos.
Ante la posible quiebra financiera de México, el
gobierno de Estados Unidos, y el Fondo Monetario Internacional, respondieron
con el anuncio de un paquete de apoyo de 52 mil millones de dólares que tenía
como meta restablecer la confianza internacional en la economía. Al paquete
lo acompañaba el compromiso, por parte del gobierno mexicano, de modificar
algunas de sus políticas económicas.
|
Para
septiembre de 2008 las exportaciones
mexicanas a Estados Unidos se redujeron. Con un menor volumen de exportación
de bienes manufacturados y del menor precio del crudo de exportación, por
otro lado, la caída en la demanda de empleo en Estados Unidos, provocó una
disminución en el envío de remesas a México por parte de los trabajadores
mexicanos en aquel país. Asimismo, la menor entrada de divisas al país, el
aumento de la inflación. El peso mexicano había registrado una devaluación
frente al dólar de 44.8% en cinco meses, de $9.87 pesos por dólar el 4 de
agosto de 2008 a $14.30 por dólar 15 de enero de 2009
La
caída de la actividad económica en México se ha reflejado en una pérdida de
empleos, solamente entre noviembre y diciembre de 2008 se perdieron 400 mil
empleos, entre trabajos permanentes y eventuales.
Aún
no hay indicios de que la crisis haya terminado ya que aún sentimos los
estragos de esta
|
|
[1] Crisis
Subprime es la denominación de la crisis financiera que tuvo su inicio en
septiembre de 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario