Miércoles, 11 Octubre, 2017
|
Proyecto integrador:
Consecuencias sociales
y culturales de un fenómeno natural o un hecho histórico
|
Miércoles 11 de Octubre
de 2017 - Módulo 3
“El sismo de 1985”
Introducción:
El sismo de 1985 es muy significativo para las personas de la
Ciudad de México, ya que dejo huellas irreparables, tanto material como
emocionalmente. El suceso marco claramente que la sociedad no estaba preparada para un
fenómeno de tal magnitud; pero, que gracias a eso conocimos la gran solidaridad de la población mexicana que
colaboró con tan desastroso evento, y tomó nuevas medidas de prevención para
evitar o mitigar consecuencias en otro acontecimiento similar.
El término “sismo” se
emplea para describir el efecto de un movimiento súbito de la corteza terrestre
que genera ondas elásticas, las cuales se propagan a grandes distancias; la
naturaleza de estas ondas elásticas y el análisis de sus registros comprenden
tópicos de la Sismología. Su estudio tiene distintos motivos, el principal es
su alto potencial de destrucción.
Desarrollo:
El día 19 de septiembre de 1985 a las 7:19 hora centro, la
Ciudad de México sufrió un evento catastrófico ocasionado por un fenómeno natural;
fue un sismo de 8.1 grados Richter; el epicentro se localizó en las costas de
Michoacán y Guerrero.
El sismo provocó varias afectaciones entre las cuales hubo
derrumbes, damnificados, muertos, heridos, personas atrapadas en los escombros,
fallas eléctricas, telefónicas, agua, fugas de agua, paralización del transporte público, etc. Las
zonas más afectadas fueron el Centro de
la ciudad, Colonia Morelos y Tepito,
edificios y hospitales.
Ante dicha situación surgen brigadas de rescate improvisadas
por la gente con el fin de ayudar mayormente a los afectados; cabe enfatizar
que a partir de ese momento crean la
brigada de rescate “Topos de Tlatelolco”
ya que la ciudad de México no
contaba con el apoyo de su presidente Miguel de la Madrid.
En ese entonces México atravesaba por una crisis económica ya
que el gobierno Mexicano tenía un adeudo considerable que anteriormente había
dejado el presidente José López Portillo; queriendo pagar con los ingresos que
se obtuvieran del petróleo. Sin embargo, una baja en el precio del petróleo y
un sobreendeudamiento llevaron al país a no poder pagar; teniendo como
consecuencia falta de recursos para dicha emergencia, paralización de la ciudad
y perdida de muchas vidas aunado a la negativa del presidente de la Madrid al
recibir ayuda internacional.
El presidente Miguel de la Madrid recorre la ciudad hasta las
16:00 horas, dando su primer informe tres días después del suceso, niega la
ayuda extranjera; algo de lo que después se retracta y acepta toda la ayuda
proveniente de diferentes países.
El 20 de septiembre
hay una réplica significativa a las 19:38 horas de magnitud 7.3 grados en la escala de Richter.
El 21 de septiembre el presidente emite su primer mensaje
acerca del suceso. Un día después se va restableciendo la electricidad.
El 25 de septiembre El Instituto de Geofísica de la UNAM
informa que el epicentro se localizó frente a la desembocadura del río Balsas,
entre Michoacán y Guerrero rotura del contacto entre las placas de Cocos y de
Norteamérica, en una extensión de 50 km x 170 km y unos 18 km de profundidad.
Tuvo una magnitud fue 8.1, fue de movimiento trepidatorio y oscilatorio a la
vez.
Definen cifras de muertes y pérdidas materiales:
La evaluación en su momento indicó 2,831 edificios con daños estructurales, 880 que quedaron en ruinas, 370 que pudieron habitarse de nuevo
con reparaciones importantes, y 1,581 con reparaciones menores. Para el mes de
diciembre de 1985 ya se han demolido 152 edificios en la Ciudad de México.
En 2015, de acuerdo con el Registro Civil de la Ciudad de
México, la cantidad de personas que murieron por politraumatismo,
aplastamiento, asfixia, y todas las causas asociadas con los terremotos suma 12 mil 843.
Eso incluye a las víctimas identificadas y para las que se
extendió un certificado de defunción, así como para las personas que fueron
enviadas a las fosas comunes de diversos panteones de la ciudad.
Cabe resaltar que a pesar de que mucha gente perdió la vida,
se rescataron de entre los escombros cerca de 4,000 personas gracias a la ayuda
de rescatistas y propia gente de la ciudad que salió en colaboración hacia los
afectados brindando ayuda de acuerdo a sus posibilidades.
Acciones que se tomaron para solucionar problemática generada:
Desde el año 1909 se aprobó la creación del Sismológico y en
septiembre de 1910 inició funciones. Entre 1910 y 1923 se instalaron nueve
estaciones sismológicas mecánicas autónomas en Oaxaca, Mérida, Chihuahua,
Veracruz, Guadalajara, Monterrey y Zacatecas; su sede fue en Tacubaya.
El Servicio de
Sismología Nacional (SSN) ingresó a
la UNAM en 1929 y desde 1948 quedó adscrito al Instituto de Geofísica.
Al encontrarse anexado al Instituto
de Geofísica, en Ciudad Universitaria en 2015 se creó un nuevo edificio
propio, En esta nueva construcción del SSN, responsable del monitoreo sísmico
en el país, y que puede advertir lo que sucede dentro de la tierra en diferentes
puntos de la República.
En 1986 se creó la
oficina de Protección Civil, cuyo principal objetivo es salvaguardar la
vida de las personas, sus bienes y su entorno; gracias a esta organización se
desarrolló una nueva cultura ciudadana frente a los sismos explicó el director de Protección Civil de la Ciudad de México, Fausto Lugo.
El investigador emérito del Instituto de Ingeniería de la
UNAM Roberto Meli manifiesta que muchas obras no seguían “estrictamente” la
normativa dispuesta desde el año 2004; por lo que tras el incidente se fortalecieron
las Normas Técnicas Complementarias para
Diseño por Sismo, que obligan a que cada edificio presente proyectos, planos,
memorias de cálculo y sea avalado por un director de obras (Edgar Tungüi Rodríguez, actual encargado de Obras Públicas y Servicios de la CDMX).
En la capital del país, contamos con una alarma que concede 50 segundos esenciales, el tiempo
justo para desalojar un edificio.
Hoy, esta alarma creada a principios de los noventa se emite
solo por radio, pero a partir del 19 de septiembre de 1990, se crean 8.200
altavoces instalados en postes de vigilancia de toda la ciudad.
El aprendizaje recibido por la ciudadanía en estos 30 años
incluye llevar a cabo medidas previas, durante y después de un sismo.
Protección Civil insta a tener un plan familiar de
seguridad, almacenar alimentos no perecederos y agua, y participar en
simulacros, mientras que durante el temblor recomienda alejarse de ventanas, de
edificios altos y postes y cerrar el suministro de gas y electricidad de los
hogares; después de un sismo fuerte revisar condiciones de vivienda y estar
informado y atento ante cualquier réplica.
Conclusiones:
Siempre habrá sismos que puedan
ocasionar destrucción como el ocurrido en 1985 y los más recientes que
devastaron Oaxaca y Chiapas (7.09.2017)con magnitud 8.1grados Richter y Puebla,
Morelos y la Ciudad de México(19.09. 2017) con magnitud de 7.1 grados Richter;
además de generar eventos como los Tsunamis. De ahí la importancia que tiene la
Sismología de estudiarlos para poder comprender y explicar su actividad y de
tomar con responsabilidad las medidas de prevención y emergentes que nos marca
Protección Civil. Son sucesos naturales que no podemos evitar, pero que al
saber de estos episodios impredecibles capacitarnos desde pequeños y aun siendo
adultos a saber reaccionar ante una situación de esa magnitud.
Hay que poner en énfasis que debemos ser
capaces de formar ese hábito de responsabilidad y seriedad ante estas
situaciones; práctica, mucha práctica para entender que una situación así no se
toma a la ligera.
|
|
Fuentes consultadas: